Descripción
Con esta obra he querido capturar la esencia del paisaje de la playa de Bondi, así como la sinergia que se crea entre la naturaleza marítima de la zona y las personas la habitan.
La tenue luz que baña toda la composición, pone en valor las diferentes relaciones entre las formas curvas y los planos, al igual que el sol hace con los elementos reales del lugar.
Como un fiel reflejo del emplazamiento, en mi obra encontramos muchos elementos, se trata de una visión desde el interior del mar hacia fuera, la perspectiva de un bañista o surfista.
La parte izquierda del lienzo, representa el sur de la playa: los famosos Icebergs que franquean el paisaje. A la derecha, podemos ver las formaciones rocosas que parecieran libros apilados representando el límite norte del lugar, donde cada mañana se amontonan turistas y locales para disfrutar de los increíbles amaneceres.
La parte superior del lienzo representa el horizonte, el cielo, y aquello que hay más allá, la ciudad.
En el centro de la composición, encontramos una amalgama de planos turquesas que van avanzando de abajo hacia arriba, representando el movimiento constante de las olas y las mareas. Aquí aparecen diferentes formas y curvas que evocan siluetas humanas, se trata de una reinterpretación de los cuerpos al sol. Cuerpos que, al estar parcial o totalmente sumergidos por el plano del agua, tan solo se dejan intuir como miembros sueltos.
He querido plasmar la conexión existente entre flora, fauna y nosotros, las personas, los visitantes.